XIII Domingo del Tiempo Ordinario

Evangelio(Mc 5, 21-24; 5, 35-43)

«Jesús, entonces, atravesó el lago, y al volver a la otra orilla, una gran muchedumbre se juntó en la playa en torno a él. En eso llegó un oficial de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jesús, se postró a sus pies suplicándole: «Mi hija está agonizando; ven e impón tus manos sobre ella para que se mejore y siga viviendo.» Jesús se fue con Jairo; estaban en medio de un gran gentío, que lo oprimía.”

«Jesús estaba todavía hablando cuando llegaron algunos de la casa del oficial de la sinagoga para informarle: «Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestar ya al Maestro?» Jesús se hizo el desentendido y dijo al oficial: «No tengas miedo, solamente ten fe.» Pero no dejó que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Cuando llegaron a la casa del oficial, Jesús vio un gran alboroto: unos lloraban y otros gritaban.  Jesús entró y les dijo: «¿Por qué este alboroto y tanto llanto? La niña no está muerta, sino dormida.» Y se burlaban de él. Pero Jesús los hizo salir a todos, tomó consigo al padre, a la madre y a los que venían con él, y entró donde estaba la niña. Tomándola de la mano, dijo a la niña: «Talitá kumi», que quiere decir: «Niña, te lo digo, ¡levántate!» La jovencita se levantó al instante y empezó a caminar (tenía doce años). ¡Qué estupor más grande! Quedaron fuera de sí.Pero Jesús les pidió insistentemente que no lo contaran a nadie, y les dijo que dieran algo de comer a la niña.»

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Santa Faustina anotó en su Diario (D. 1703, 663)

Mi Corazón desea ser amado por todos.

Oh Jesús mío, sé que de la grandeza del hombre da testimonio la obra y no la palabra ni el sentimiento. Las obras que han brotado de nosotros, éstas hablarán de nosotros. Oh Jesús mío, no me dejes sonar, sino que dame el valor y la fuerza para cumplir Tu santa voluntad.

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  • “No temas, confía solamente”.  ¿Confió en el amor de Dios y en su poder que Jesús quiere revelarme en cada momento?
  • Entregaré a Jesús mi pecado, mi debilidad, mi enfermedad … y escucharé sus palabras: «Te digo, levántate”.
  • Hoy le pido a Jesús junto con Santa Faustina: dame el valor y la fuerza para cumplir Tu santa voluntad.