Vivimos la Pascua de este año con los dolorosos acontecimientos que están sucediendo en el mundo y que, en alguna medida, nos afectan a cada uno de nosotros. Esta es nuestra Pascua. Sin embargo, podemos estar seguros de algo: la Pascua vivida con Jesús conduce siempre a una vida nueva. Y aunque el mal parece triunfar hoy, la victoria ya ha tenido lugar.