A lo largo del día consideraré el siguiente fragmento del Diario de Santa Faustina:
Cuando mi alma […]empezó a gozar del profundo recogimiento y paz, a menudo oía en el alma estas palabras: Fortalécete para la lucha… (D. 145).
Ven, Espíritu Santo, concédeme la paz, para que tenga fuerza en el camino hacia la santidad.