A lo largo del día consideraré el siguiente fragmento del Diario de Santa Faustina:
No dejes de ser buena si adviertes que abusan de tu bondad; cuando sea necesario Yo Mismo intervendré a favor de ti. Agradece por la más pequeña gracia mía, porque esta gratitud Me obliga a concederte nuevas gracias… (D. 1701).
Ven, Espíritu Santo, concédeme la bondad, para que pueda perdonar y no guarde resentimiento en mi corazón.