¡Queridos Apóstoles de la Divina Misericordia!
“Sucede el milagro inconcebible de Tu misericordia, oh Señor. El Verbo se hace Carne, Dios habita entre nosotros, el Verbo de Dios, la Misericordia Encarnada” (Diario, 1745). Así rezaba santa Faustina, fascinada con el misterio de la misericordia de Dios, que se encarnó en nuestra historia humana. Dios, el Hijo Unigénito del Padre, habitó con nosotros. ¡Aquel que es la Misericordia vino a la tierra para revelárnoslo!
Tenemos por delante la Navidad. Tiempo en el que Dios misericordioso viene a nosotros y nos habla de su deseo de vivir en nuestras familias, comunidades y en cada uno de nosotros. ¿Puede repetirse también hoy el misterio de la Encarnación? Sí, por su puesto. Cuando permitimos que Jesús – la Misericordia Encarnada – se asiente en nuestros corazones. Cuando permitimos que Su misericordia nos penetre, nos limpie y nos sane. Cuando la misericordia de Dios nos llena totalmente y puede pasar a través de nuestros ojos, oídos, manos, pies y corazón a nuestros seres queridos. Entonces sucederá este «milagro inconcebible» de la misericordia de Dios: ¡Dios se encarnará en nuestra vida cotidiana y su misericordia se revelará en nuestras relaciones y en nuestras obras!
Deseamos de todo corazón la experiencia de estos milagros de la misericordia durante la Navidad de este año y cada día del nuevo año 2021. Que cada uno de nosotros pueda decir de sí mismo, de su familia, de su comunidad: LA MISERICORDIA SE HIZO CARNE Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS.
Rezamos por ello en la Fuente de la Divina Misericordia en Cracovia-Łagiewniki.
¡Feliz Navidad llena de la gracia y la misericordia de Dios!
hna. Miriam Janiec ZMBM
presidenta de la Asociación «Faustinum»
junto con las Hermanas de «Faustinum»
Navidad 2020