Le llaman: el Papa de la familia, el Papa peregrino, el Papa del diálogo, el Papa de los jóvenes, el Papa de la oración… pero lo que dio forma a su pontificado de manera especial fue – como él mismo dijo – la verdad sobre la misericordia de Dios.
“Siempre he apreciado y sentido cercano el mensaje de la Divina Misericordia. (…) Ésta ha sido también mi experiencia personal, que he llevado conmigo a la Sede de Pedro y que, en cierto sentido, forma la imagen de este pontificado” (Discurso de Juan Pablo II durante la visita al Santuario de la Divina Misericordia de Cracovia-Łagiewniki el 7.06.1997).
Este año (el 30 de noviembre) se cumplirán 40 años desde que el Papa de la Misericordia escribió la encíclica «Dives in misericordia». Os invitamos a profundizar en su contenido, tan importante para nosotros los Apóstoles de la Divina Misericordia.
Una vez a la semana publicaremos reflexiones sobre algunos pasajes seleccionados, pero os animamos a que la volváis a leer (o quizás leer por primera vez) la encíclica completa.
El gran deseo de San Juan Pablo II era que el mundo entero conociera la insondable misericordia de Dios.
“Deseo pues que estas consideraciones hagan más cercano a todos tal misterio y que sean al mismo tiempo una vibrante llamada de la Iglesia a la misericordia, de la que el hombre y el mundo contemporáneo tienen tanta necesidad. Y tienen necesidad, aunque con frecuencia no lo saben” (Dives in Misericrodia, nº 2).