Desde hace muchos siglos existe en la Iglesia una práctica llamada «COMUNIÓN ESPIRITUAL». En este momento particularmente difícil para nosotros, en el que muchos de nosotros no podemos asistir a la Santa Misa y recibir la Sagrada Comunión, es muy útil la práctica de la comunión espiritual. Esta puede ser la respuesta a nuestro anhelo de Jesús-Eucaristía, y también un acto que profundiza nuestra relación con Jesús y nuestro amor por Él.
¿En qué consiste la comunión espiritual?
La comunión espiritual consiste en despertar un profundo deseo de recibir al Señor Jesús, que está realmente presente en la Sagrada Comunión, y luego recibirlo en el corazón de una manera espiritual y unirse con Él en el alma mediante actos de amor y entrega a Él.
¿Cuándo se puede practicar la comunión espiritual?
Podemos practicarla en cada Santa Misa en la que participamos por radio, televisión o internet. El mejor momento es el momento en que comienza la Comunión.
La comunión espiritual también se puede practicar repetidamente en cualquier momento del día, despertando en el corazón el anhelo de Jesús Eucaristía y mediante oraciones breves que expresen la fe en Su presencia en el corazón y el amor a Él.
¿Cómo practicarla?
Si asistimos a la transmisión de la Santa Misa, es bueno al principio de la misma despertar el deseo de recibir al Señor Jesús presente en la Eucaristía, y en el momento en que comienza la Comunión renovar este deseo. Después de las palabras: «Señor, no soy digno de que entres en mi casa…» podemos con palabras sencillas invitar a Jesús a nuestro corazón y luego recibirlo espiritualmente. Se puede usar alguna imagen del Evangelio, por ejemplo, cuando María se sienta a sus pies y se queda con Él, o cuando Leví recibe a Jesús en su casa. Vale la pena ajustar la imagen de la oración al estado actual del alma. Luego, después de recibir a Jesús espiritualmente, es bueno pasar un momento en adoración, estar con Él como un amigo con el Amigo. Este momento en la presencia y unión con Jesús es el más importante, porque pertenece a la esencia de la comunión espiritual. En este momento, se puede hablar con Jesús con palabras que fluyan desde el fondo del corazón, agradecerle Su presencia, expresar amor, amistad y entrega, así como escuchar lo que me quiere decir.
La comunión espiritual se puede extender durante todo el día, uniéndose con el Señor Jesús presente en el corazón, recordando Su presencia y hablando con Él interiormente en medio de las situaciones de la vida cotidiana.
Ayuda para prepararse para la comunión espiritual
El Diario de Santa Faustina puede ser de gran ayuda en la práctica de la comunión espiritual, en el cuaderno número seis, titulado Mi preparación para la Sagrada Comunión, números 1804-1828. Sus oraciones, que surgen de su íntima relación con Jesús, pueden enseñarnos a vivir la Sagrada Comunión con sencillez y sinceridad de corazón.
Propuesta de oración durante la comunión espiritual
“Señor Jesús, creo que estás presente en el Santísimo Sacramento con tu Cuerpo, Alma, Divinidad y Humanidad. Jesús, te amo, te anhelo y deseo tu cercanía, porque eres mi Felicidad y mi Vida. En este momento no puedo recibirte sacramentalmente, pero te pido que vengas espiritualmente a mí, Jesús, y vivas en mí. Ven, mi amado Jesús. Ven y lléname con Tu presencia. Ven y sé el Señor de mi corazón. Santifica mi alma y fortaléceme. Permíteme estar siempre unido a Ti y que nada me separe de Tu amor. Amén”.