Exactamente hoy, 22 de febrero, es el 89 aniversario de la revelación a Santa Faustina de la imagen más famosa del mundo: la imagen de la Divina Misericordia.
Su creador es Dios mismo, y cada elemento de la imagen tiene un significado simbólico y espiritual específico. Por ejemplo, los rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas… Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza (D. 299) Mi mirada en esta imagen es igual a la mirada en la cruz (D. 326). Tales palabras de Jesús fueron anotadas en el Diario de la Hermana Faustina. Sin embargo, lo más importante es la promesa de Jesús relacionada con el culto a esta imagen: Por medio de esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias, por eso, que cada alma tenga acceso a ella (D. 570). Llenos de confianza, intentemos especialmente en este día, y todos los días rezar ante la Imagen de Jesús Misericordioso y pedir todas las gracias para nosotros y para el mundo entero. Tratemos también de imitar lo que vemos: a Dios rico en misericordia, que mira con amor (ojos), bendice (mano levantada), fortalece en los sacramentos (rayos) y espera una cosa: la actitud del corazón que expresa las palabras: ¡Jesús, en Ti confío!
Porque así actúan los verdaderos devotos de la Misericordia de Dios.